hoy...

Quisiera escribir algo con lo que descargarme. Algo donde incluir frases como "sonreir con los labios partidos". No lo voy a hacer; ni mis labios están partidos, ni estoy sonriendo.

Supongo que debería estar feliz; todo en mi vida marcha como debería pero, para variar, hay algo que me molesta. Los pequeños detalles son los peores.

El domingo estaba bastante feliz. El sábado había hecho casi todos los quehaceres pendientes, desde limpiar el baño a terminar esas láminas para la UTU, así que estaba lo suficientemente libre como para descansar un rato.

Fui al super sobre el mediodía, usando mis lentes oscuros que hacen que todo se vea más suave (y evitan que me duelan los ojos por la luz). Los fines de semana me encanta salir a hacer mandados con esos lentes, porque juego a ser una rock-star resacosa, jeje.

Caminé esas 4 cuadras bajo un sol tibio que no picaba, sin importarme las miradas de los curiosos ni los gritos de los babosos que abundan en mi bajo barrio.

Era la típica paz del domingo filtrándose por mis poros, llevándome de vuelta a un momento lejano. Yo, tirada en un banco en el patio de mi vieja UTU, hablando apaciblemente con amigos, sintiendo el sol secar mis heridas abiertas. Nada más importaba y nada más existía. Hasta que debía volver a casa.

Ahora, volver a casa es diferente.

Esa paz, de sol secando mis heridas, adormeciendo mi insomnio, es siempre la misma.