El otro día
armé un castillo
de latas de birra
en el Salón.
Tenía 4 o 5 abajo
y 4 de altura.
El pibe
con el que
la armamos
hablaba
de no sé qué teoría
de relax
o parecido,
así que fui y le pegué
un golpecito a la base
y las latas salieron
volando por el aire
viciado de tabaco.
Hay algo más hermoso
que destruir tu propia obra?
Dibujos, poemas, relaciones...
Tirarlas abajo y reírse
ante la sorpresa
del que atónito
mira la travesura
autófaga
de mi niño
interno.
Destrucción
17 abr 2020
Etiquetas: depresion , divagues pro , literapunk , momento tonto , poesia , psicoterapiandome , salon pueyrredon
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