Este cuerpo
cagado a palos,
violado,
muerto de
hambre, frío
y angustia.
Esta cabeza
que hierve
de dolor
y furia
a cada
recuerdo.
Quiere decirte
que todavía
resiste.
Yo, como siempre, me alejé.
Todos se alejaron un poco
y ese amor que corría
telepático
por las venas que nos unían
desapareció
con la última tormenta
de apatía.
Saludos desde la tumba de mis recuerdos
a los fantasmas errantes de sus memorias
ya nunca me verán como me vieran,
borracha en la vereda, llorando mi dolor.
Caminando
entre el barro y la basura,
la capucha puesta
y chancletas
bajo los pies
La pollera
que levanta el viento
como una Marilyn
del tercer mundo
Volviendo a casa
En julio de este año, seleccioné algunos de los "poemas" presentes en este blog y armé un libro que salió a la luz a través de la editorial independiente Transmission Libros.
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| Tapa del libro |
Despertar
y que te duelan los dientes
de tanto apretarlos,
mordiendo con bronca el aire
masticando la nada.
Abrir los ojos con rabia
y reírte de todo
como si no importara.
Que tu llanto sea
el mejor chiste
que te contaste.
Y aún así
pasar noches
desvelada.
Algo más lindo
que un pibito del campo,
es un pibito del campo
con cresta.
Y una pija enorme
Te quiero desde
el primer garche
y van más
de la cuenta,
más de lo mismo,
igual, pero
distinto.
Ahora que tengo
cada vez
más enemigos
me recuerdo
un poco a vos.
Cuántos puchos
más podré
fumar pensando
en tocarte?
Me arrepiento cada dia
de nacer con vida;
odio a mi vieja
por haberme parido
y a mi padre
por dejarme existir.
Pago mi derecho a
este mundo cogiendo;
soy la prostituta de
dios sacrosanto.
No pido amor porque
no puedo darlo;
sobrevivo a semen
y abrazos.
Mi sentir y mi mente
van por separado
extremadamente
aislados.
Mi alma es la atlantida
del siglo veinte
enquilombado
y no hay escape
ni resolución.
Existo en una
tragedia griega.
Espero el éxodo.
Cuánta ropa
habré perdido
por no querer
volverla a buscar
en cuartos oscuros
de gente fácil
de olvidar.
Camino por la casa
en remera y concha
con rastros de la última paja
pegoteándome los dedos.
Disfruto la soledad
que nadie rompe
en este silencio de
chats y corazones.
Creo, por instantes,
que es realmente cierto;
tras tantas frustraciones
al fin estoy viviendo.
Domingo amanecido
de sábado caminando
por santa fé.
De la mano
de otro pasé
por la puerta
del bar donde
nos juntamos
la primera vez.
No quiero llegar
tarde, quiero
morirme, dormirme
y no volver
a despertar.
No recibir
tus mensajes
preguntando
cuánto voy
a tardar.
No volver a
prender un pucho
mientras me apuro
para viajar.
Dame una razón
lo bastante buena
para quedarme,
para seguir
a la espera
de que esta vida
valga la pena
alguna vez.
Ya he tenido
tanta paciencia
sosteniendo
esperas que
no iban
a suceder.
He visto
tantas luces
al final del túnel
apagándose.
Philip Morris
Linda Morris
El resorte de mi pecho
vuelve a estar tenso
El plástico cruel se quiebra
y sólo quedan cenizas
de lo que quise ser.