
Es como si el micro mundo de los cementerios me invadiese repentinamente. Pero sí, ya sé que es igual con todos los feriados.
En todos los cementerios siempre hay ambiente de feriado. Es raro como, al cruzar un portón, los ruidos de la urbe son acallados instantáneamente.

Me asomo a alguna fosa abierta y miro los ataúdes.
Me encanta leer las inscripciones de las lápidas y siento especial fascinación por esas fotitos sepia que a veces ponen.

Luego, salgo de vuelta al movimiento de la vida diaria y veo todo tras un velo de melancolía que me hace sentir un poco ajena.*
*Corregido Marzo 2016